—Los domingos por la noche

Las tradiciones familiares son algo muy importante en mi país, ninguna tanto (por lo menos en mi casa) como el asado de los domingos. 

Todos los mediodías llueve, truene o relampaguee; mi viejo está ahí, parado enfrente de la parrilla, observando, sin meter mucha mano, dando siempre los toques adecuados. Un especialista, un virtuoso, un alquimista, en mi corazón solo él conoce las rutas del sabor. 

Ahora la pregunta es: ¿cómo se conservan las tradiciones cuando tu familia, o por lo menos una parte de ella, vive a miles de kilómetros de distancia?

Cuando sos cocinero, los momentos de libertad para disfrutar con los seres queridos no son muchos. Cuando ellos están libres, vos estás ocupado, siempre vivís a contramano del resto del mundo. Algo que siempre se puede conservar o por lo menos yo pude conservar: son los domingos. 

En una ciudad, en un barrio, en algún lugar de Nueva Zelanda hay un shopping, ese shopping funciona con total normalidad todos los días, exceptuando los domingos. 

Los domingos por la noche, en el subsuelo de ese shopping se esconde un oasis de sabores y aromas inesperados. Un mercado que aparece solo el último día de la semana. Para muchos una sorpresa, para los locales algo que sucede con total normalidad. 

Entro y doy vueltas, hay mucha oferta, demasiadas opciones, no sé qué elegir, todo es tentador. Es necesario frenar, pensar, buscar un poco de claridad. Me paro enfrente de un puesto que conozco y me pido unos dumplings. Me encuentro con una explosión de sabor, el relleno delicioso, la suavidad de la masa y la costra perfecta en la base. No era mi intención pero mientras decido qué voy a comer, me termino la porción. 

Sigo paseando, llevo cosas diversas, algunas que conozco, algunas que no, charlo con los vendedores, algunos nuevos, algunos que ya conozco.

Con los brazos llenos, me puedo retirar. 

Llego a un hogar donde mi familia me espera para comer, los recibimientos son cálidos, los abrazos son muchos, estoy en casa. El asado ya no está más, ahora hay dumplings de todo tipo: hay Jiaozi, hay Sheng Jian Bao, hay Momos o Gyozas. 

Es domingo, la tradición sigue.