—Un mundo dentro de un bowl

Una de las particularidades del ramen, lo que lo hace tan especial para el cocinero como para la persona que lo disfruta, es que se trata de formar capas de sabor dentro de un bowl.

Por eso los diferentes ingredientes o capas de cada bowl tienen una denominación particular.

Sopa:

La base, el medio líquido sedoso en donde todos estos sabores se van a juntar, puede ser más liviana o más espesa, con algunas notas de mar, con más o menos hierbas dependiendo el cocinero.

tare:

La sazón, la vida del plato, lo que lo hace resaltar. Tradicionalmente los tipos de ramen se diferencian por la sazón que tienen: sal (shio), salsa de soja (shoyu) y miso (pasta de porotos de soja fermentados).

Fideos:

La unión. Más cortos, más largos, más gruesos, más finos; los fideos son la herramientas para amigar todos los elementos dentro del plato, para llevarlos a tu boca.

toppings:

La magia. Cuando pensabas que no hacía falta nada, te encontras con un pedazo de panceta o unos hongos, con un huevo hecho a la perfección, un poco de verdeo o de menma; todas cosas que enaltecen tu experiencia.

Aceites aromáticos:

El golpe final. Cuando te acercas al bowl de ramen, los aromas de estos aceites te invaden para atraerte de a poco, infusionados con diferentes sabores se agarran de los fideos y ayudan a que el caldo llegue a su punto culmine.

La búsqueda:

Comer o hacer un bowl de ramen es un experimento que intenta, antes que nada, que llegues al punto máximo de saciedad, que tengas ese momento donde de alguna manera lo único que sentís es alegría (Umami).